Bienvenidos a casa


El Reguero es una finca. Un lugar físico. Es una parcela situada en el municipio de Puerto de Béjar, en la provincia de Salamanca, poco antes de que la carretera termine su altura y comience a descender hacia Extremadura.

 

El Reguero es una historia y mil historias compartidas por muchos. La finca fue donada a los operarios por una familia, y los operarios construyeron en ella las dotaciones necesarias para tener allí el seminario de verano. Así que los operarios más mayores han llegado a vivir por temporadas en El Reguero, desde el Aspirantado de Salamanca. Los menos mayores también acudían a la finca de vez en cuando, y a la Sierra.

 

El Reguero es un campamento, nuestro campamento. A finales de los años noventa, un puñado de jóvenes y algún operario piensan que es una buena obra y una buena actividad de verano ir a la finca para ayudar a reconstruir lo que se pueda. Un campo de trabajo, una semilla, una esperanza... El 20 de julio de 1999 comienza un extraño Campamento de Verano, con operarios y unos pocos muy fieles jóvenes. Con un perro. Fueron juntos por la vida y culminaron el año allí. Y se celebraron los I Campamentos El Reguero. Y la historia sigue.

 

El Reguero es un corazón que late. Muchos jóvenes pasan por allí cada año, vinculados a la Hermandad y a otros grupos que utilizan la finca para sus encuentros.

La finca, además, se alquila para que mucha gente pueda disfrutar allí del entorno y la sierra. Y en julio se abre la verja verde a lo grande, y los jóvenes en Hermandad cargamos las pilas de nuevo para aprender, entre tierra y árboles, con el azul del cielo y el verde de los montes, que queremos vivir y crecer con Jesús.

En la finca, los jóvenes que crecen en Hermandad en las parroquias de los operarios en España y en otros lugares vinculados a la Hermandad, cierran ahí el curso celebrando los campamentos de verano.

 

El Reguero es, pues, la actividad de encuentro en verano que ofrece la Delegación de España de la Hermandad de Sacerdotes Operarios a los niños y jóvenes de las parroquias acompañadas por operarios en Majadahonda, Salamanca, Valladolid y Zaragoza; los templos de reparación de Tortosa, Valencia y Mucia, y a todos los jóvenes vinculados a la Hermandad a través de los Operarios…

Queremos que, durante los días de campamento, puedan vivir y experimentar la fraternidad, presencia de Dios en la convivencia entre hombres y mujeres, la vocación, llamada de Dios a ser felices en medio del mundo y la eucaristía, vivencia de la entrega y el amor definitivo que estamos llamados a vivir.