Una
manta impresionante de lluvia inundaba la finca y las carreteras aquel mediodía
del 19 de julio. Así, bajo la
lluvia, todos reunidos en
el pabellón, daba comienzo el Campamento 16º. Antonio Peña dirige, acompañado por Juan Carlos (en la cocina, con Puma a tiempo parcial), Diego (que regresó de
Venezuela a Salamanca) y Edgar (recién ordenado diácono). Juan y David coordinadores del Campamento, y se ponen al frente de la Escuela de Verano. Aída, Raquel, Elena Malonda y Miguel “Chino”
se incorporan al equipo de monitores…
En Roma, terminaba la XXII Asamblea: Florencio Abajo, nuevo Director General de la Hermandad.
En Roma, terminaba la XXII Asamblea: Florencio Abajo, nuevo Director General de la Hermandad.
Resulta
que nos encomendaron una extraña misión: poner
la mesa para un gran banquete, y eso
siempre se hace por pasos: experimentamos la elección del menú, fuimos primeros
y segundos platos, nos endulzamos con el
postre y, al final, descubrimos que nuestra misión de poner la mesa es para que
otros compartan el banquete: “sería una pena que todo esto se quedara aquí”.
Sin
más novedad que las flores de colores que dieron vida a los baños y una gran
Investidura que regresaba a La U por la puerta grande, 90 acampados y 20 monitores llenaron de vida un Reguero cada año más
blanco, más nuevo y mejor.
Las
camisetas se tiñeron de verde; el logo de Raúl, unos instrumentos de cocina
para construir un menú mejor y el himno, de Vocare, gritó a los cuatro vientos “OÍDO
COCINA”… “Soy
de El Reguero, y pongo una mesa que guarda hueco para cosas pequeñas…”